Página de inicio

Desde 1996 que nos iniciamos con mis dos hijos varones en Argentina con la ubicación y rescate vehícular, más tarde se sumó también mi hija al equipo de Buscar S.A. de Argentina, como nos llamabamos inicialmente.     
    Yo anteriormente y desde 1970 estaba recién iniciándome en el rubro automotor como técnico mecanico en la preparación de automotores de carrera, de allí en adelante siempre me dediqué al automóvil, es notable la historia de este medio de transporte, sobre todo para quienes hemos visto el desarrollo desde aquellos días hasta el presente.

     Se cumplieron en el 2018, veintidos años de dedicación a la búsqueda y recupero vehicular, habiendo sido protagonistas y testigos de estas etapas en mi querida Argentina.
     
     Recuerdo el primer equipo de mi propio diseño que utilizaba la tecnología denominada pager para recibir los comandos que detenían el motor y disparaban una sirena con un mensaje hablado que necesitaba la coloboración de quienes lo escuchasen para llamarnos por teléfono y darnos la ubicación del móvil sustraído.

     Y llamaban, vaya si llamaban, y NUNCA las solidarias personas aceptaron la recompensa ofrecida en el mensaje que mi voz gritaba estentórea amplificada desde el moderno PIC: Tono de sirena + "Vehículo robado, vehículo robado, llame a Buscar y será recompensado", nuevo tono de sirena y repetición infinita, qué tiempos aquellos!

      Luego vinieron los celulares análogos y allí por medio del antenamiento celular nos hallábamos mas próximos al vehículo y mucho más rápido, la nueva tecnología había venido en nuestra ayuda una vez más.

      A partir del 2002 se sustituyó la tecnología analógica por la digital y ya todo se realizó a partir de allí con otra dinámica y solo los "antiguos"como yo recordamos tiempo de inicios más audaces pero muy divertidos aunque de inmensos sacrificios...

      En nuestra corta historia hemos tenido la suerte de lograr recorrer el camino al lado de amigos, más que clientes y hemos solucionado TODOS los robos sucedidos, excepto una vez en que a un joven le robaron una moto y que nunca pudimos encontrar porque la banda radicada en Villa Maipú partido de Gral. San Martín tenía un método sofisticado de silenciamiento de la señal de radio emitida en aquellos tiempos, corría el año 1998 y los sistemas eran aún muy primitivos, al menos los nuestros, ese solo hecho hizo que no colocásemos más equipos en motos, el joven había comprado en cuotas su honda CG 125 para trabajar y aún la debía, nosotros nos hicimos cargo de las cuotas y le proveímos un nuevo vehículo idéntico para trabajar, el joven en cuestión era amigo de mis dos hijos y hoy sigue siendo amigo y ha crecido humana y comercialmente, tiene varias moto mensajerías propias y sigue siendo amigo y cliente, todas sus motos tienen nuestro sistema instalado, la vida da lugar a ser buena gente y mantenerte en el lugar que eliges.  
 
      Hoy los  nuevos sistemas son casi inexpugnables, aunque la moto por su tamaño puede ser todavía ocultada rapidamente en una caja de Faraday contamos con información suficiente como para ubicarlas,  la velocidad de acción sigue siendo imprescindible y para eso se necesita una guardia permanente las 24 horas del días los 365 días de año... y aqui tengo muchísimas más anécdotas a contar de los principios...otra vez si quieren saber se las contaré.

   Creo que además de tener muchísima suerte, mucho se ha debido a una instalación de los equipos de rastreo en forma correcta e idónea, a una absoluta confidenciaidad, y a un constante perfeccionamiento en la adquisición de nuevos conocimientos necesarios para que los vehículos no presenten ningún problema luego de la colocación del sistema de rastreo.

    Hoy las ECU detectan toda intromisión incorrectamente realizada.

    Toda instalación debe de realizarse bajo normas técnicas suministradas por las distintas fábricas automotrices en el área electrónica y ese área depende de mi como al principio y yo  sigo sintiendo, a pesar de los muchos años transcurridos, la misma pasión por mi trabajo que en los inicios, nací para trabajar en los automóviles y moriré haciéndolo, poder vivir de lo que a uno le gusta es un verdadero privilegio que nos ha dado la vida.

    Hemos crecido, no tanto como otras empresas de rastreo que hoy son muy grandes y que han comenzado en la misma época que nosotros, mi capacidad comercial no ha sido la necesaria, obviamente.

    Hasta hoy todos nuestros amigos más que clientes lo han sido desde nuestros comienzos y los nuevos han ido viniendo por referencias de ellos y son nuevos amigos y nos ha gustado que así sea y así se haya mantenido ni yo ni mis dos hijos hemos querido cambiar esa impronta ya que nos ha ido muy bien así, pero el tiempo transcurre inexorable y hoy un nieto me ha planteado el desafío de emprender una nueva etapa, más abierta, más competitiva y  yo he estado de acuerdo.

     Que la nueva generación sea emprendedora y positiva me parece excelente, tenemos por delante un nuevo desafío, ser eficientes y tener un nuevo mercado, expandirnos y crecer, tal como el nieto nos ha planteado y desea, nos hace acordar a los comienzos en que los sueños iban de la mano de los sacrificios de horas de descanso y de no compartir vida con la familia, pero nada bueno viene sin trabajo honesto, conocimientos y esfuerzos compartidos.
 
    Y apoyaremos la idea partiendo de una plataforma que permite a nuestros usuarios saber durante las 24 hs. todo lo que necesiten de sus unidades ya sean detenidas o en tránsito por todo el país y resguardar su bienes y recuperarlos mediante nuestra tecnología
GPS TRACE ONE de inmediato si es que aceptan nuestros consejos de lo que debe realizarse para que ello suceda.

    Como siempre agradecemos a nuestros amigos y clientes por habernos elegido,  

                                                             Alfredo Héctor Rodríguez Lippi e hijos.